INUNDACIONES EN EL MEDITERRÁNEO OCCIDENTAL
De junio a agosto los intensos calores un año más han caldeado el Mediterráneo, la abundante insolación y la persistencia de las altas temperaturas provocan temperaturas al final del verano de 25º a 29º en la capa superficial del Mare Nostrum... una energía latente que está esperando las condiciones adecuadas para explotar y este año las condiciones han sido óptimas en el sudeste español. El aumento de la temperatura del planeta y por supuesto del Mediterráneo, una zona especialmente sensible, ayuda a que las lluvias y tormentas torrenciales ligadas a una DANA aún lo sean más, junto con una mala planificación urbanística y la ocupación de zonas inundables. A lo largo de la historia hemos tenido situaciones de lluvias torrenciales, ya sea en Catalunya, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía oriental, Baleares y también en el sudeste de Francia. Precisamente les explicamos un hecho meteorológico extraordinario ocurrido en aquella zona.
En la comarca francesa del Rosselló, limítrofe con el Alt Empordà, se han registrado históricamente lluvias torrenciales de extraordinaria violencia. La presencia del Canigó de 2784 metros que asciende bruscamente, da energía a las masas de aire húmedas del Mediterráneo y en ocasiones pueden caer cantidades de precipitación comparables a las más fuertes lluvias monzónicas. Ya se tiene constancia de inundaciones en la comarca el 13 de septiembre del año 878, aunque las peores riadas se registran entre el 8 y el 14 de octubre de 1421 o los días 16 y 17 de octubre de 1763. El 24 de agosto de 1842 una gran tormenta afectó la zona comprendida entre Barcelona y Perpinyà. En esta última ciudad y a las once de la mañana descargó una tromba de agua de 111 litros en tan solo 90 minutos.
Pero las inundaciones más graves en la historia reciente de la comarca se produjeron entre los días 16 y 19 de octubre de 1940.
Viendo los mapas isobáricos (mapa adjunto, fuente: https://www.wetterzentrale.de/ ) de esos días, entre l’Empordà y el Rosselló no cesó de soplar viento del sudeste con la borrasca entre Lisboa y Madrid. El Canigó hizo de palanca obligando a las masas nubosas a ascender con gran ímpetu. Este fue el resultado: en Fenollet cayeron 500 litros, 250 el día 17. En Sant Llorenç de Cerdans recogieron 1500 litros, 800 el día 18 y la vertiente sur del Canigó recibió la increíble cantidad de 1200 a 2000 litros de los cuales 700 a 1200 cayeron el día 17. El resultado fueron millones de toneladas de aluviones que ocuparon buena parte del Rosselló con un balance de 48 muertos, más de 25 puentes destruidos y 250 casas, hoteles y fábricas arrasadas por las aguas del Têt.
Fotografías de los estragos ocasionados en Amélie-les-Bains (Francia), 1940.
Efectos de las inundaciones en Perpinyà, 1940.
Alfred Rodríguez Picó