Interpretación de imágenes satelitales
LAS HERRAMIENTAS DE SEGUIMIENTO ATMOSFÉRICO
No hace falta ser meteorólogo para hacer un seguimiento exhaustivo de cualquier situación meteorológica. Con algunas nociones básicas, podremos ser capaces de averiguar qué tipo de tiempo encontraremos en un lugar determinado e, incluso, intuir qué tiempo nos esperará en las inmediatas horas.
Para ello, tenemos a nuestra disposición un abanico variado de herramientas como el radar meteorológico de precipitación en tiempo real, la distribución de descargas eléctricas, una red muy amplia de estaciones meteorológicas automáticas profesionales (o no), foros de observación, etcétera. A continuación facilitamos una serie de enlaces relacionados:
IMÁGENES SATELITALES
Las imágenes procesadas por los satélites meteosat (operados por EUMETSAT) resultan fundamentales para el conocimiento del devenir meteorológico en cualquier punto de Europa, África y el Atlántico. Se sitúan a una altitud de 36 kilómetros y giran a la misma velocidad que la Tierra, es decir: son geoestacionarios. Capturan imágenes de espectro visible e infrarrojo, permitiendo también la observación durante la noche. El uso de las microondas proporciona información de temperatura y humedad en diferentes capas atmosféricas.
Proporcionan datos a cerca de la disposición y movimiento de las nubes, así como de sus características (temperatura, morfología, etcétera). Todo ello, junto con los perfiles de humedad y temperatura, aportan información muy valiosa de cara a la predicción meteorológica.
Utilizaremos, precisamente, esta herramienta de seguimiento, para explicar algunos detalles interesantes y apreciaciones a cerca de su interpretación.
INTERPRETACIÓN DE IMÁGENES SATELITALES
Nos centraremos, sobre todo, en las images del canal infrarrojo, pues permiten visualizar las nubes y sus características tanto de día como durante la noche. Para ello, podemos acceder libremente al siguiente enlace, que nos permitirá ver imágenes en movimiento del desarrollo de la nubosidad a lo largo de las últimas horas en la Península y Baleares (entre otros). En el margen derecho de la imagen, podremos seleccionar qué “canal” queremos visualizar, incluyendo descargas eléctricas y precipitaciones.
En primer lugar, hemos de tener en cuenta la escala de colores del mapa. Los colores más oscuros representan temperaturas más elevadas, y por ende, nubes más bajas (como nieblas, estratocúmulos o pequeños cúmulos). La tendencia hacia el color blanco implica temperaturas más bajas, correspondiendo a nubes de tipo medio y alto como altocúmulos o cirros. De la misma manera, las tormentas o nubes de gran desarrollo quedarán representadas con color más blanco.
Ahora, vamos a intentar localizar en la siguiente imagen diferentes tipos de nubes y estructuras nubosas.
1.- En este punto del Cantábrico encontramos unas masas de nubes de aspecto muy homogéneo, con bordes suaves y colores más bien “oscuros”. Por lo tanto, la temperatura de las mismas será relativamente elevada. Son nubes, entonces, de tipo “bajo”. Sus características son equiparables a los bancos de niebla o de estratocúmulos. Generalmente, no aportan precipitación, pero dejan un cielo gris y un ambiente más bien fresco bajo ellas. Quizá con algunos claros esporádicos. E incuso, si subimos a alguna montaña de no mucha altura, se podrán ver bajo un cielo despejado formando lo que se denomina un “mar de nubes”.
2.- En este caso encontramos nubes con un color algo más “blanco”, más “frío”. Pero no tanto como las que encontramos más al sur. Ello nos puede indicar que se trataría de nubes de tipo “medio” como estratocúmulos o altoestratos. Generalmente, no dejan precipitación —quizá algunas gotas cuando se trata de la llegada de un frente—, pero sí cielos enmarañados o velados.
3.- El aspecto fibroso de estas nubes y su color blanco intenso nos indica que circulan en la parte superior de la troposfera, en ambientes muy fríos. Se trata, pues, de nubes altas de tipo “cirro” y sus variantes —que son muy numerosas—. Ello no descarta que bajo ellas se puedan encontrar otro tipo de nubes “camufladas”. E incluso que formen parte o hayan formado parte de estructuras de tiempo inestable como tormentas.
4.- Generalmente, las formas redondeadas en las nubes, como si fueran “setas” vistas desde arriba, con colores cada vez más claros, corresponden a nubes con potencial desarrollo tipo “cúmulo”. Son síntomas de atmósfera inestable, y posibilidad de chubascos y tormentas a su paso.
5.- Cuando estas formas “globulares” se desarrollan, e incluso forman un “enjambre” organizado, pueden corresponder a sistemas tormentosos o convectivos de gran escala, en su fase de madurez. Cabe esperar, pues, mal tiempo bajo ellas, con chubascos, tormentas, y fenómenos de tiempo severo como el granizo o fuertes vientos.