La leyenda de las siete mariposas

La leyenda de las siete mariposas
Autor: Alfred Rodríguez Picó - Director de TAIKOMETEOROLOGIA. Meteorólogo con más de 30 años de experiencia en TV3, Catalunya Ràdio, La Vanguardia, El Periódico y otros medios, así como profesor y conferenciante con más de 1500 charlas impartidas.
16 de marzo, 2019

Isaac Newton (1642-1727) descompuso la luz blanca del sol en los diferentes colores que conforman el arco iris, pero vamos a buscar versiones más románticas de este fenómeno óptico, leyendas que podemos encontrar en diferentes lugares del planeta. Es curioso observar que de las que conocemos, la mayor parte están relacionadas con la buena suerte, la paz, la prosperidad...de hecho és lógico, no relacionaremos los rayos, huracanes y tornados con paz y prosperidad! He aquí algunas de ellas:

Quizá la más conocida es una leyenda originaria de Irlanda. Los duendecillos de las montañas esconden calderos llenos de oro y piedras preciosas al final de los arco iris, pero por más que usted intente acercarse a uno de los extremos del arco, nunca lo alcanzará.

En Venezuela se cree que el arco iris es un duende que persigue a los “catires” o rubios. Por eso se recomienda que lleven siempre encima un santo, una medalla y “chimó” o un licor de tabaco prensado, y así estarán protegidos del encantamiento.

En Vélez Blanco, en el norte de Almería, hay unas cuevas rupestres descubiertas en 1868 con pinturas de 4500 años antes de nuestra era. Hay una figura que se observa en distintos lugares: el Indalo o mensajero de los dioses. Es un dios prehistórico que sujeta el arco iris con los brazos abiertos. Esta figura la podrá ver pintada en las puertas o fachadas de las casas de localidades de la zona como Mojácar ya que trae buena suerte, preserva del rayo, de las tormentas violentas y del “mal de ojo”. Dicen en Almería que desde que se descubrió, llueve menos y es el lugar con más horas de sol de Europa.

En la provincia de Corrientes, al norte de Argentina, la leyenda cuenta que antiguamente se veían volar en la selva correntina a siete mariposas de colores diferentes de gran belleza y que todo el mundo admiraba. Un día una de ellas se hirió gravemente con una espina y las restantes se ofrecieron en sacrificio para salvarla. Inmediatamente se desató una terrible tormenta y pocos minutos después salió el sol, apareciendo el arco iris: eras las almas de las siete mariposas que continuaron unidas para siempre en el cielo.

Ahora ya lo sabemos, cuando vea el arco iris, puede optar por ir a buscar un caldero lleno de piedras preciosas o si es rubio lleve una botellida de licor de tabaco prensado.

Alfred Rodríguez Picó

Comentarios