Tormenta de niebla

Tormenta de niebla
Autor: Alfred Rodríguez Picó - Director de TAIKOMETEOROLOGIA. Meteorólogo con más de 30 años de experiencia en TV3, Catalunya Ràdio, La Vanguardia, El Periódico y otros medios, así como profesor y conferenciante con más de 1500 charlas impartidas.
18 de diciembre, 2017

Los fenómenos meteorológicos extremos poco frecuentes tienen una atracción especial para los amantes de la meteorología. Estoy convencido de que a muchos de vosotros y vosotras también os ocurre. Hoy describimos un fenómeno realmente peculiar y localizado en un punto determinado del planeta.

Conocemos las tormentas de lluvia, de granizo, de arena e incluso de nieve, pero una tormenta de niebla en meteorología casi podríamos decir que es algo absurdo. Sin embargo en Dakota del Sur se produce un fenómeno extraordinario conocido popularmente como “fog storm” o tormenta de niebla.


El 18 de junio de 2008 Mike Hollingshead, reputado cazador de tormentas, cogió su coche y se dirigió a una zona montañosa de Dakota del Sur conocida como “The Badlands”, algo así como “las malas tierras” con un paisaje salvaje casi lunar. Se estaba acercando una tormenta que venía del noroeste, detrás de las montañas. A sotavento de éstas se habían formado bancos de niebla alimentados por un viento del sudeste bastante húmedo. En cuestión de pocos minutos y a medida que la tormenta se acercaba, la niebla empezó a desarrollarse más y más transformándose en un muro casi blanquecino de grandes dimensiones. La explicación del desarrollo extraordinario de la niebla se encuentra en el choque de dos masas de aire de temperatura y humedad diferentes: una masa fría y más seca empujada por la tormenta y que se desplazaba por encima de las montañas y una masa de aire cálida y húmeda que venía a alimentar la niebla. Por supuesto la peculiar orografía de la zona ayudaba a la formación del fenómeno.

Mike cogió una pequeña carretera que se introducía directamente en la muralla nubosa, una especia de oleaje ondulante fantasmagórico, diciéndose a sí mismo que no debería hacerlo, pero la curiosidad de saber que había en su interior podía más (creo que muchos nos sentimos identificados con este pensamiento) …y lo que encontró fue una visibilidad casi nula, ráfagas de viento de 100 km/h y una lluvia espesa.

En las imágenes adjuntas podemos ver la espectacular muralla de niebla que avanzaba con gran rapidez. También os enseñamos una espectacular fotografía de los efectos de una supercélula tormentosa con una formación nubosa tenebrosa y del mismo autor, Mike Hollingshead.



Alfred Rodríguez Picó

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