Baile de gotas frías en los próximos días

Baile de gotas frías en los próximos días
Autor: Samuel Biener - Geógrafo del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
14 de febrero, 2019

Entramos en la recta final del invierno climatológico en España. Un invierno de grande contrates en nuetro país, como suele ser habitual gracias a su compleja orografía, situación y circulación atmosférica predominante. A las puertas de la primavera climatológica, que comienza el 1 de marzo, la atmósfera ya se muestra más dinámica. No hay que olvidar que esta época suele ser la más variable, ya que se pueden suceder diversos tipos de tiempo y de situaciones.

Pero antes, hagamos un pequeño repaso de lo que ha sido este invierno climatológico, en el que han predominado las altas presiones, y en su defecto, las entradas de norte o noroeste, por lo que las precipitaciones importantes han quedado restringidas sobre todo a Galicia, fachada cantábrica y Pirineos; mientras que en el resto de sistemas montañosos, especialmente cuanto más próximos al este, las lluvias y las nevadas no han sido muy significativas.

Y es que en buena parte del interior y sur de la Península Ibérica no ha sido un invierno lluvioso, y no hay que olvidar que en bastantes regiones españolas ésta suele ser la estación lluviosa. Un caso aparte es el del extremo sureste o en algunos puntos del litoral mediterráneo, donde ha llovido muy poco o nada desde noviembre, aunque esto ya es un poco más normal por allí, a sotavento de los vientos del oeste.

Sin embargo, durante los próximo días tendremos una situación sinóptica más favorable para que las lluvias y las nevadas lleguen a estas zonas en las que hasta ahora apenas se han prodigado en los últimos meses. Durante las últimas jornadas, el anticiclón de las Azores nos ha dado un respiro, desplazándose las altas presiones hacia Centroeuropa, por lo que los ponientes y los mestrales (noroestes) han dejado paso al viento de levante.

Con el viento de levante se ha invertido la tendencia de las últimas semana en lo que respecta a la temperatura. Con el poniente, lo valores diurnos suelen ser muy suaves en el litoral mediterráneo, mientras que en el resto la temperatura suele ser la normal para la época, o estar por debajo. Cuando el viento procede del Mediterráneo, sucede lo contrario.

En principio, no esperamos lluvias intensas ni en Canarias ni en la Península y Baleares. Pero después de un invierno seco en buena parte del país, lo que caia será bien recibido. Fuente: Meteologix.

Por tanto, tenemos una tregua en la circulación zonal (oestes), que se traduce en un jet stream que presenta más ondulaciones (crestas y vaguadas), con altas presiones más al norte de lo que han estado hasta ahora, y decuelgue de aire frío más al sur. Síntoma de que la primavera está a las puertas. Por ahora, parece que las borrascas atlánticas estarán un tiempo sin visitarnos.

Durante los próximos días se van a producir sendos descuelgue de aire frío en altura en las inmediaciones de la Península Ibérica. El primero se desgajará durante el viernes sobre la vertical de las Canarias, donde la inestabilidad irá a más, e incluso nevará en zonas altas de Tenerife, sin descartar algún copo en las cumbres de La Palma. Esta gota fría (que no es más ni menos que una porción de una vaguada que se ha desgajado y aislado) se irá debilitando a medida que avance hacia el norte de África.

Pero de cara al lunes, y con los mapas que manejamos hoy (jueves 14 de febero), parece que se va a producir otro descuelgue de aire frío, más potente, sobre la vertical peninsular, y que el primer embolsamiento de aire frío (del que hablo en el párrafo anterior), puede ejercer de atractor para el nuevo descuelgue, que se desgajaría y aislaría en el entorno del Estrecho, para ir desplazándose hacia el este conforme vayan pasando las horas por el empuje de la cresta anticiclónica desde el suroeste.

Este segundo descuelgue de aire frío dejaría inestabilidad a su paso en buena parte del país, ya que nos atravesaría de norte a sur, por lo que las lluvias y las nevadas podrían hacer acto de presencia en bastantes zonas. Sin embargo, estas situaciones son muy complicadas de prever hasta muy pocas horas, y de hecho pienso que las previsiones aún darán unas cuantas vueltas, a mejor o peor. Eso sí, por ahora no se ve una situación de lluvias torrenciales, que aunque se suelan asociar al otoño, también se pueden dar durante estos meses si coinciden una serie de factores.

Tras las lluvias y las nevadas, la circulación en omega se hará la dueña de la situación en Europa. En colores rojos, aire cálido en altura (estabilidad), en colores azules, aire frío (inestabilidad). Fuente: Meteologix.

Será, en definitiva, un breve período de inestabilidad, al que por cierto me resisto denominar como mal tiempo, que lo será para los que viven del turismo, pero no para los agricultores que llevan esperando a que caiga la lluvia desde hace semanas. Nunca llueve a gusto de todos, pero ahora es necesario para evitar posibles problemas de restricciones de cara al verano.

A largo plazo, se impondría la circulación en omega, con máximos en superficie en Centroeuropa y Europa Oriental, mientras que nosotros quedaríamos bajo la influencia de la cresta anticiclónica, por lo que la estabilidad volvería por unos días. Veremos hasta cuándo. Pero de momento vamos a aprovechar lo que pueda pasar en los próximos días.

Por último, quiero recordar que la gota fría o DANA no es sinónimo de lluvias torrenciales. Eso es un mito alimentado en su momento por los medios de comunicación. En esta época los descuelgues son más frecuentes por el dinamismo que presenta la atmófera. in olvidar tampoco que otras situaciones asociadas a vaguadas o lluvias cálidas puedne provocar tamibén lluvias intensas.

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