A las puertas de la primavera climatológica: ¿empezará con cambios?

A las puertas de la primavera climatológica: ¿empezará con cambios?
Autor: Samuel Biener - Geógrafo del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
25 de febrero, 2019

El invierno climatológico se despide el próximo 28 de febrero, y lo hará con las altas presiones y las temperaturas elevadas como las grandes protagonistas de la situación meteorológica en España y en buena parte de Europa Occidental. Se acaba así un invierno que ha sido seco o muy seco en gran parte del país. Por ejemplo, en el litoral mediterráneo la precipitación que ha caído en los últimos meses no llega ni a la cuarta parte del promedio (aunque también en estas zonas el promedio suele ser lo menos habitual, por la irregularidad de las precipitaciones).

Repasemos la situación de los últimos meses. Las altas presiones han cogido cariño a la Península Ibérica, unos días con los máximos en altura y superficie situados sobre el solar ibérico; en otras jornadas el bloqueo anticiclónico en omega, con máximos en superficie en Centroeuropa, ha impedido que la inestabilidad llegara desde el Atlántico o el Mediterráneo, que es lo que ha sucedido en estos últimos días del invierno climatológico.

Cuando nuestro querido anticiclón se ha retirado ligeramente hacia el oeste, nos han afectado algunas masas de aire polar marítima, con viento en superficie del noroeste o del norte, por lo que la inestabilidad quedó muy restringida a la mitad septentrional de España, y especialmente, a la fachada cantábrica y en la cara norte de los Pirineos. Eso sí, las precipitaciones que cayeron allí estuvieron muy concentradas en el mes de enero.

Con estas entradas frías del norte o del noroeste, las precipitaciones tienden a debilitarse y las temperaturas son más suaves conforme nos vamos desplazando hacia el sur y hacia el Mediterráneo, debido a la desnaturalización que experimentan las masas de aire de orien polar marítima al atravesar la cordilleras y la Meseta. En el Mediterráneo, las emociones más intensas de este invierno han sido las nieblas, el viento que ha soplado con fuerza en algunos días, y el frío nocturno. 

Durante los últimos días el bloqueo en omega ha impedido que la inestabilidad llegara a la Península Ibérica, mientras que Azores, Argelia y Libia se han visto afectadas por los descuelgues fríos situado en los flanco de la cresta anticiclónica. Fuente: Pivotal Weather.

Pero el pasado es el pasado, y ya no se puede cambiar. Ahora estamos a las puertas de la primavera climatológica, que comienza el 1 de marzo. Suele ser la época más variable en lo que respecta a la meteorología, ya que la atmósfera suele mostrarse más dinámica. La zonal poco a poco se debilita, y se van sucediendo las dorsales y las vaguadas. En menos de 24 horas, podemos pasar de una situación de temperaturas suaves y estabilidad; a tener nevadas, lluvias o tormentas.

¿Con esto quiere decir que ahora van a llegar de golpe las nevadas y las lluvias que no han caído en todo el invierno? Es una respuesta muy complicada de responder, aunque parece que durante la próxima semana vamos a tener algunos cambios en la situación meteorológica, ya que las altas presiones de Centroeuropa se debilitan, y las borrascas atlánticas circularán más al sur que en las últimas semanas.

El viento predominante será del oeste, con todo lo que ello implica: temperaturas no muy bajas y precipitaciones que llegan al interior y oeste del país, aunque tendremos que estar atentos por si alún descuelgue nos afecta de manera más eneral. Pero al menos es una buena noticia para la cabecera de los grandes ríos y para todo el interior en general, ya que apenas ha llovido en este invierno. Eso sí, por ahora no se ven precipitaciones abundantes, excepto (de nuevo) en el norte y noroeste.

Con el regreso de la circulación zonal, las precipitaciones pueden ser muy abundantes en el norte y noroeste. La otra cara de la moneda la encontramos en el Mediterráneo, donde las precipitaciones son inexistentes. Fuente: Meteologix.

En el litoral mediterráneo seguiremos esperando nuestro momento, pero por ahora nos quedamos al margen, ya que los frentes de poniente suelen llegar muy desgastados. Aunque no podemos descartar que la nieve aparezca de forma tardía, parece que este año los ponientes y las altas presiones quieren ser los protagonistas de la situación sinóptica. Veremos lo que sucede a partir de la segunda quincena de marzo, ya que si no llueve en primavera, en verano pueden aparecer los primeros problemas.

De hecho, las previsiones estacionales señalan que hasta abril no tendríamos situaciones interesantes para la mitad oriental. Por otro lado, no hay que olvidar que estas previsiones tienen poca fiabilidad en nuestra latitud, a lo que se le suma la complejidad orográfica de la Península Ibérica.

En definitiva, pasamos de los días despejados, con frío por la noche, nieblas y ambiente suave de día, a una situación de ponientes para comenzar el mes de marzo, por lo que tendremos un inicio de la primavera movido en las regiones del norte y del oeste; mientras que el resto nos tocará seuir esperando.

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